3 familias con hijos hemos pasado un fin de semana en Noviembre y ha sido una experiencia maravillosa. De la casa, poco se puede decir que no se haya dicho ya. Es genial, el salón enorme pero muy acogedor al mismo tiempo (gracias a la gran chimenea que tiene). Las habitaciones y las camas muy cómodas, con sus baños impolutos. Los jardines, piscina, pista de pin-pon y golf y los adornos eran todo un lujo. Todo está pensado para el disfrute de los pequeños y los mayores. La zona es maravillosa, desde la casa hay unas vistas espectaculares del entorno, los montes de toledo. Navahermosa es un pueblo pequeño pero encantador, tiene bares para ir a tomar algo con la familia (no dejéis de pasaros por la Tribu). A la salida del pueblo hay un club de hípica con caballos y un zoo con muchos animales, que es gratuito y a los niños les encanta. Además tienen un bar y una terraza para tomarte algo mientras los crios juegan por los alrededores.
Pero lo mejor de todo es el dueño, Don Antonio, un señor de trato esquisito. Se portó de maravilla con nosotros, super amable y cercano. Por cierto, quiero recalcar, tal y como he leído en otros comentarios que no respetaba la intimidad, que es totalmente falso. A nosotros no nos molestó en todo el fin de semana, más que para pagarle y recoger las llaves. Muy al contrario, tuvo la santa paciencia de resolverme todas las preguntas que le hice en las 6 o 7 llamadas.
En definitiva, tanto si vivís cerca como si estáis planeando visitar la zona de los montes de Toledo, os aconsejo que vengáis a visitar el Cigarral de Cabañeros, o como cariñosamente lo hemos bautizado, la Casa del Señor Antonio!
Estuvo en Noviembre 2015, con amigos